Asà como cuando caminamos, cuando pedaleamos estamos en contacto directo con la ciudad, siendo parte de ella, interactuando con otros compañeros de ciudad, ya sea con la mirada, nuestro lenguaje corporal o con profundos diálogos directo en el espacio público. No hay interfaces ni carrocerÃas que nos limiten. Estar libres sin fronteras de metal, es buena cosa.
Esto
Sólo expuestas por la sombra que proyectan, las bicicletas son invisibles, haciendo de esta obra un tributo a las personas que pedalean.
Muévete en bici hoy, será un buen dÃa.